Pues sí. El PAN DE MUERTOS es una de las tradiciones más mexicanas que existen.
Me ha emocionado mucho hacer esta receta porque me recuerda a mi infancia, a mis colegios en México, donde todo se llenaba de colores, el montaje del altar, las calaveras de azúcar con nuestros nombres, las "otras calaveras" que son una especie de rimas chuscas, los papeles típicos con figuras recortadas que parecen casi imposibles de hacer por lo delicadas que son y nuevamente el COLOR.
Se coloca el altar en homenaje a "nuestros muertos"; se supone que por la noche vendrán y se comerán y beberán lo que les hemos dejado. Por eso se les pone comida y por qué no alguna bebida que les gustase. Y el PAN DE MUERTOS y el chocolate o el atole (bebida de maíz de diversos sabores) para acompañarlo.
En el colegio también era típico darnos un pedazo de este pan y compartir el chocolate con los compañeros. Todo es una fiesta.
Los cementerios se llenan de flores de cempasúchil (una flor anaranjada y mullidita) y de velas y de altares y de comida y de gente... Hay nostalgia y color y fotos de los que ya no están... o por lo menos no están como antes sino que ahora están de otra forma.
Va por ustedes.. los echamos mucho de menos.
RECETA:
Me he basado en la receta de Cocina Identidadhttps://www.facebook.com/CocinaIdentidad porque me ha parecido muy tradicional y entrañable. Eso sí, aviso de que se tarda bastante en hacerlo porque es pan y la levadura tiene que fermentar y la masa debe duplicar su tamaño lo que puede llevar una hora cada vez.
No es una receta complicada pero requiere trabajo, paciencia y cariño.
INGREDIENTES:
Para la masa:
250 gr. de azúcar
250 gr. de harina
7,5 gr. de levadura seca
75 gr. de azúcar
3 gr. de sal
1 huevo
45 gr. de mantequilla blanda
100 ml de leche templada
ralladura de una naranja
1 cucharada de agua de azahar
Para barnizar:
un poco de mantequilla fundida
azúcar blanca
1. En un recipiente (bol pequeño) hacemos el fermento o esponja.
Mezclamos 2 cucharadas de harina con poco de azúcar y la levadura. A esto le añadimos sólo un poco de la leche tibia (este paso hay que hacerlo poco a poco, de menos a mas porque no debe quedar muy líquido sino mas bien espeso).
Dejamos fermentar y debe quedar como una esponja. Puede tardar de 20 a 45 minutos, depende de la temperatura ambiente. Para acelerar el proceso colocarlo en un lugar calentito.
2. Hacemos un volcán con la harina; en la parte superior de la harina repartimos la sal y la ralladura de naranja; en el centro ponemos parte del azúcar (como dos cucharadas) y la mantequilla blanda.
Dejamos preparado para echar un huevo y la cucharada de agua de azahar. Esto es importante porque con una mano mezclamos los ingredientes y con la otra incorporaremos lo que nos falta.
Primer amasado: Empezamos a mezclar de adentro hacia afuera la harina con la mantequilla e incorporamos el huevo y posteriormente el agua de azahar. Una vez hecho esto ya podemos amasar con las dos manos.
El amasar bien es complicado y requiere experiencia y paciencia así que ánimo.
3. Segundo amasado: extendemos un poco la masa e incorporamos el resto del azúcar y seguimos amasando gasta que nos quede una masa elástica. A veces hay que añadir un poco de harina para que no se nos pegue así que la debemos tener muy a mano. Debe quedar redondita.
4. Por fin colocamos la masa en un recipiente engrasado con un poco de aceite (también engrasamos ligeramente la masa) y la cubrimos con un paño. Debe duplicar su tamaño. Puede tardar una hora o algo menos. Otra vez la temperatura es importante y si hace calorcito mejor porque crecerá más rápido.
5. Listo. Así que tomamos la masa y la alargamos y cortamos un trocito para hacer la decoración. Debe quedar de esta forma:
Se supone que son los huesitos del muerto o las lágrimas y se le pone una bola en el centro. Para conseguir esta forma antes hemos amasado nuevamente dando muchas vueltas y vueltas a la masa. Para los husitos hacemos dos tiras iguales y las extendemos sobre la superficie abriendo los dedos; esto les da la forma y ya aviso que no es sencillo. Otra vez dejamos que duplique su tamaño.
6. Por fin colocamos el la bandeja del horno con papel para que no se pegue y ligeramente barnizada con aceite. El horno debe estar precalentado a 200ºC y en el momento en que metemos la masa bajamos a 180ªC. Dejamos 20 minutos. Debemos controlar que no se nos queme porque si dejamos más tiempo corremos este riesgo.
7. Nada mas sacar del horno barnizamos con mantequilla derretida y cubrimos con azúcar quitando el exceso.
Y el resultado vale la pena:
Por cierto que tu casa olerá maravillosamente.
7,5 gr. de levadura seca
75 gr. de azúcar
3 gr. de sal
1 huevo
45 gr. de mantequilla blanda
100 ml de leche templada
ralladura de una naranja
1 cucharada de agua de azahar
Para barnizar:
un poco de mantequilla fundida
azúcar blanca
1. En un recipiente (bol pequeño) hacemos el fermento o esponja.
Mezclamos 2 cucharadas de harina con poco de azúcar y la levadura. A esto le añadimos sólo un poco de la leche tibia (este paso hay que hacerlo poco a poco, de menos a mas porque no debe quedar muy líquido sino mas bien espeso).
Dejamos fermentar y debe quedar como una esponja. Puede tardar de 20 a 45 minutos, depende de la temperatura ambiente. Para acelerar el proceso colocarlo en un lugar calentito.
2. Hacemos un volcán con la harina; en la parte superior de la harina repartimos la sal y la ralladura de naranja; en el centro ponemos parte del azúcar (como dos cucharadas) y la mantequilla blanda.
Dejamos preparado para echar un huevo y la cucharada de agua de azahar. Esto es importante porque con una mano mezclamos los ingredientes y con la otra incorporaremos lo que nos falta.
Primer amasado: Empezamos a mezclar de adentro hacia afuera la harina con la mantequilla e incorporamos el huevo y posteriormente el agua de azahar. Una vez hecho esto ya podemos amasar con las dos manos.
El amasar bien es complicado y requiere experiencia y paciencia así que ánimo.
3. Segundo amasado: extendemos un poco la masa e incorporamos el resto del azúcar y seguimos amasando gasta que nos quede una masa elástica. A veces hay que añadir un poco de harina para que no se nos pegue así que la debemos tener muy a mano. Debe quedar redondita.
4. Por fin colocamos la masa en un recipiente engrasado con un poco de aceite (también engrasamos ligeramente la masa) y la cubrimos con un paño. Debe duplicar su tamaño. Puede tardar una hora o algo menos. Otra vez la temperatura es importante y si hace calorcito mejor porque crecerá más rápido.
5. Listo. Así que tomamos la masa y la alargamos y cortamos un trocito para hacer la decoración. Debe quedar de esta forma:
Se supone que son los huesitos del muerto o las lágrimas y se le pone una bola en el centro. Para conseguir esta forma antes hemos amasado nuevamente dando muchas vueltas y vueltas a la masa. Para los husitos hacemos dos tiras iguales y las extendemos sobre la superficie abriendo los dedos; esto les da la forma y ya aviso que no es sencillo. Otra vez dejamos que duplique su tamaño.
6. Por fin colocamos el la bandeja del horno con papel para que no se pegue y ligeramente barnizada con aceite. El horno debe estar precalentado a 200ºC y en el momento en que metemos la masa bajamos a 180ªC. Dejamos 20 minutos. Debemos controlar que no se nos queme porque si dejamos más tiempo corremos este riesgo.
7. Nada mas sacar del horno barnizamos con mantequilla derretida y cubrimos con azúcar quitando el exceso.
Y el resultado vale la pena:
Por cierto que tu casa olerá maravillosamente.