PECHUGAS DE POLLO RELLENAS DE JAMÓN Y QUESO CON SALSA DE MOSTAZA

Estas pechugas rellenas para mi son muy especiales no sólo porque están buenísimas sino que se trata de uno de los primeros platos con los que me inicié en la cocina. Les pregunté a mis tías Las Morris por un plato sencillo del libro de recetas (para mí un tesoro) que acababa de escribir la Tía Osbelia y ésta fue la recomendación.

La elaboración es sencilla y se pueden dejar preparadas las pechugas con antelación, tan sólo para freír en el momento. La combinación de la mantequilla y el vino les da un toque francés y la salsa de mostaza (que consiste tan sólo en mezclar un poco de nata con la mostaza, al gusto) consigue que unas simples pechugas de pollo se conviertan en plato de diez.

En este caso las pechugas están acompañadas por unas tiras de calabacín y de berenjena al horno (tan sólo llevan aceite de oliva y sal) y unos pimientos rojos de bote. Otra buena opción es acompañarlas por una ensalada verde.

A los niños les suelen gustar sin añadidos, tan sólo la pechuga rellena y la salsa va en gustos, depende de si les gusta la mostaza.

INGREDIENTES:

2 pechugas de pollo en filetes (yo prefiero filetearlas porque me suelen dejar muchos agujeros)
un poco de mantequilla
un chorrito de aceite
lonchas de jamón york
lonchas de queso para sándwich
vino blanco
sal, pimienta

Para la salsa: mostaza y un poco de nata líquida (mezclar bien al gusto)

1. Salpimentamos los filetes y rellenamos con una loncha de jamón y otra de queso. Doblamos y sujetamos con dos palillos. A la hora de servir yo quito todos los palillos por precaución ya que con la salsa no se ven bien y son un peligro.

Una vez preparados todos los filetes los podemos refrigerar y sacar cuando los vayamos a freír.

2. En una sartén grande fundimos un poco la mantequilla y un chorro de aceite. Debe ser suficiente cantidad para poder freír. Colocamos los primeros filetes y cuando lleven un rato añadimos el vino. Un chorro es suficiente y le da un toque muy rico. Repetimos hasta freír todos los filetes; si hace falta añadimos un poco más de mantequilla y de vino. Deben quedar doraditas y con el queso fundido.

3. El emplatado puede variar mucho. Se pueden servir solas con la salsa a parte o como plato combinado juntando las verduras como en la primera foto.

POLLO ASADO CON SALSA DE CRANBERRIES

Esta es otra receta estupenda que suele gustar a toda la familia y que da otro toque a la comida del fin de semana. En este caso el plato se presta que ni pintado para jugar con su diseño yo diría que más sofisticado que los que presento habitualmente.

Se trata de un pollo asado con mantequilla, acompañado de mucha cebolla y una salsa muy especial porque conseguimos carnberries o arándanos frescos; una parte los congelé y con los otros se hizo este acompañamiento que es más bien una mermelada y que combina genial con las aves.

INGREDIENTES:

1 pollo limpio
mantequilla
sal, pimienta
1 cebolla dulce partida en rodajas
un poco de aceite de oliva virgen extra
un poco de romero

-Para la salsa:

150 gr. de cranberries frescos (también se pueden usar los deshidratados que venden en los herbolarios; en este caso hay que dejarlos en remojo un rato en zumo de cranberries o en zumo de naranja)
4 cdas de azúcar morena
1 cda de azúcar blanca
1 ó 2 golpes de canela
2 cdas de vino dulce de madeira (puedes usar otro tipo de vino dulce)
un poco de agua

NOTA: tanto el azúcar como la canela son al gusto; depende un poco de la acidez del fruto y de nuestro paladar.
Se hace a fuego lento y nos puede llevar casi media hora así que lo hacemos mientras se asa el pollo.

PREPARACIÓN:

1. Precalentamos el horno.

2. Colocamos en el recipiente de horno una cama con la cebolla en rodajas y le añadimos un chorro de aceite de oliva. Encima colocamos el pollo salpimentado. Previamente le hemos dado un masaje con un poco de mantequilla por debajo de la piel de la pechuga sin que ésta se rompa (igual que hicimos en la receta del pavo relleno) y colocamos algunos pegotitos de mantequilla sobre los muslos, las alas y en el interior; también le podemos poner un poco de romero por encima. Da un olor muy rico.

3. Horneamos a unos 180ºC ( depende del peso del pollo, en este caso pesaba 1,400 kg y tardó una hora en hacerse).

-Para la salsa o mermelada:

1. En un cazo con poco de agua llevamos a los frutos a ebullición (siempre a fuego lento); en ese momento añadimos el azúcar. Removemos constantemente; la mezcla va espesando poco a poco. Podemos tardar unos 15 minutos hasta conseguir una consistencia de mermelada.

2. También es importante ir probando para rectificar el azúcar si es necesario; añadimos el vino y seguimos removiendo unos 7 minutos más (el alcohol se evapora) y por último echamos la canela, también al gusto y removemos unos minutos más. El resultado es este:

Se conserva muy bien en la nevera más de una semana así que la podemos usar como mermelada en el desayuno.

Cuando esté listo el pollo emplatamos; estas salsas quedan muy bonitas como para aplicarlas con pincel sobre el plato como si fuese una pintura.

Podemos acompañar los restos de un arroz blanco y una refrescante ensalada de peino.

ENSALADA DE ESCAROLA ESPECIAL

Confieso que esta ensalada no la he preparado yo sino que me la han preparado a mí, que también se agradece. Para la comida de diario es importante que las elaboraciones sean sencillas; en este caso con pocos ingredientes conseguimos una ensalada especial en la que la combinación de lo fresquito de la parte verde con el jamón serrano y el queso de cabra (ambos grasos) es riquísima.

INGREDIENTES:

Un poco de escarola
Otro poco de rúcula
1 tomate
lonchitas cortadas de jamón serrano
1/2 rodaja de queso de cabra (del bueno)
Sal, pimienta y aceite de oliva vírgen extra
Vinagre

Mezclamos los ingredientes dejando las láminas de jamón en la parte superior para que se vean.
Hay que echar poca sal puesto que el jamón y el queso son ya salados. Tampoco hay que excederse con el aceite, tan sólo unas gotitas. Se puede añadir un chorrito de vinagre y algo de pimienta.

El queso de cabra se pasa vuelta y vuelta por una sartén. Esta parte no es tan sencilla porque hay que pillarle el punto; la sartén debe estar muy caliente. De esta forma se dora la superficie pero no se deshace el queso sino que conserva su forma. Con media rodaja por ensalada individual es suficiente.

TARTA DE CALABACÍN Y COLIFLOR

Se trata de un plato sencillo de hacer y riquísimo de comer que además suele gustar mucho a los niños.

La recta original no lleva la coliflor pero la verdad es que le da un toque buenísimo. Últimamente cuezo la coliflor con un poco de cúrcuma que le da un tono amarillo muy bonito y lo mismo hago con la sopa de verduras.

La base es de hojaldre (pero podemos hacer una masa que además se puede congelar: 600 gr. de harina, 300 gr de mantequilla y un vasito de agua tibia, para 4 bases) por lo que es un plato consistente y se puede acompañar de una ensalada.

INGREDIENTES:

1 ó 2 huevos
250 ml de nata líquida
4 calabacines medianos (reducen al freírlos)
1/2 cebolla blanca
Queso gouda rallado
Aceite, sal, pimienta
1 hojaldre
1/2 coliflor cocida con un poco de cúrcuma y sal
un poco de mantequilla

1. Cortamos los calabacines en rodajas más bien finas (se pueden pelar o no) y rehogamos en aceite junto con la cebolla cortada en cuadraditos. Deben quedar al dente y los dejamos escurriendo un rato.

2. Forramos el molde previamente untado con mantequilla con la base de hojaldre, la pinchamos con un tenedor y horneamos (horno precalentado 10 mins.) unos 5 minutos o hasta que dore. Hay que estar muy atentos para que no llegue a subir el hojaldre.

3. Batimos el huevo y juntamos con la nata. Salpimentamos.

4. Rellenamos la masa con el calabacín y la cebolla y regamos con la mezcla de huevo. Repartimos el queso rallado por encima. Se le pueden añadir unos trozos de queso roquefort pero su sabor queda mucho más fuerte y no suele gustar a los niños. Finalmente colocamos los trozos de coliflor repartidos.

5. Horneamos unos 15 minutos o hasta que cuaje y ponemos unos minutos el grill para que se dore el queso. Es de las recetas que huele francamente bien.

NOTA: otras variantes de la receta pueden ser atún con espinacas o queso con tomates... o aprovechar algún resto de la nevera.