Confieso que esta ensalada no la he preparado yo sino que me la han preparado a mí, que también se agradece. Para la comida de diario es importante que las elaboraciones sean sencillas; en este caso con pocos ingredientes conseguimos una ensalada especial en la que la combinación de lo fresquito de la parte verde con el jamón serrano y el queso de cabra (ambos grasos) es riquísima.
INGREDIENTES:
Un poco de escarola
Otro poco de rúcula
1 tomate
lonchitas cortadas de jamón serrano
1/2 rodaja de queso de cabra (del bueno)
Sal, pimienta y aceite de oliva vírgen extra
Vinagre
Mezclamos los ingredientes dejando las láminas de jamón en la parte superior para que se vean.
Hay que echar poca sal puesto que el jamón y el queso son ya salados. Tampoco hay que excederse con el aceite, tan sólo unas gotitas. Se puede añadir un chorrito de vinagre y algo de pimienta.
El queso de cabra se pasa vuelta y vuelta por una sartén. Esta parte no es tan sencilla porque hay que pillarle el punto; la sartén debe estar muy caliente. De esta forma se dora la superficie pero no se deshace el queso sino que conserva su forma. Con media rodaja por ensalada individual es suficiente.
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